martes, 7 de mayo de 2013

CAPÍTULO 38: QUE TONTA HE SIDO DE VERDAD, COMO ME LO CREÍ.

Los días fueron pasando, los chicos acabaron las firmas dentro de una semana empezarían los conciertos y tendríamos menos tiempo para estar con ellos así que lo aprovechamos al máximo, así que nos fuimos de fiesta, nos lo estábamos super bien, bailábamos, bebíamos...pero cuando María, Nat y yo nos metimos en el baño, y al rato salimos vimos con nuestros ojos que David se estaba besando con la misma chica de las fotos, me dijo que no lo volvería hacer, me mintió, corrí hacia él, lo separé de ella, le dí un guantazo que sonó fuerte y creo que le dolió pero se lo merecía.
-Fui una tonta, una imbécil al creerte, me dijiste que no me lo volverías a hacer, y encima tienes el coraje de hacerlo en la discoteca en la que yo también estoy, dije mientras le daba puñetazos en el pecho.
No podía parar de llorar, las chicas me intentaban alejar de él, pero yo no paraba de pegarle, al final me separaron, lo lograron, eres un gilipollas, es lo único que salía de mi boca, Carlos vino corriendo y me abrazó fuerte, yo le decía
-Me ha mentido, ¿por qué Carlos? ¿por qué lo ha hecho? ¿Me lo merezco? 
-Tú no te lo mereces Andrea, pero tranquilízate por favor, que será lo mejor, él lo ha hecho porque va muy pero que muy borracho, mañana lo habláis mejor, que estará ebrio, y sabrá razonar, ahora no
-No Carlos, yo no quiero volver a verlo ya, nunca más en mi vida, me ha hecho daño ya dos veces, y no quiero sufrir más por él, y no quiero volver a hacer una tontería por su culpa, ¿sabes? 
-Te entiendo, pero lo mejor va a ser que le digas esto cuando esté ebrio, porque si no, no se va a acordar
-Me da igual, me giré para dirigirme a él y le dije,-David, esto ha llegado a su fin, no quiero volver a hablar contigo no me dirijas la palabra en lo que te queda de vida, escucha esto bien, TE ODIO, eres...eres un cabrón, no me vas a hacer sufrir más.
Y cogí, agarré mi chaqueta, y salí de aquel antro, Carlos vino detrás y se ofreció a acompañarme a casa, no paraba de llorar, y Carlos me consolaba como podía el chaval, ¿qué más podía hacer el pobre? Ya bastante que me aguantaba toda la noche, cuando entramos por la puerta me llamó Abril.
-Andrea, soy Abril, ¿qué tal? 
-Bueno afrontando que tu novio te ha puesto los cuernos en tu propia cara, lo demás genial, ya he llegado a casa, ahora me iré a dormir y mañana por la mañana haré la maleta y me iré para Valencia, nos veremos poco, pero intentaré subir para veros, pasaré 2 o 3 días con vosotros al mes, y ya, seguiré con los estudios de antropología, y nada a vivir la vida, como se pueda.
-Te entiendo, es lo mejor y así te podrás olvidar de David, ya que no volverás con él, ¿no? 
-Ni loca, vamos, eso nunca, buscaré alguien me quiera de verdad, porque él hoy me ha demostrado que no.
-Bueno es tu decisión, y la respetamos todos, pero creo que a David no le va hacer mucha gracia que te vaya sin avisarle, y más sin hablar.
-A mi me da igual lo que él piense la verdad, que le den, no se merece explicaciones.
-Pues la verdad es que tienes razón.
-Pues ya está te cuelgo Abril, que lo paséis bien todos.
-Lo haremos, adiós que duermas bien.
-Gracias, me despido ya de todos, porque no sé si mañana nos dará tiempo a vernos, porque ha saber a que hora llegaréis.
-Tarde, pero te vamos a echar mucho de menos todos, pero todos.
-Ya, pero bueno es lo que ocurre por culpa de alguien, te dejo adiós, diles a todos, hasta a David, que les quiero, y nos veremos pronto.
-Vale Andrea, te queremos.
Colgué y me abracé fuerte a Carlos que estaba llorando, él no quería que me fuera, pero lo tenía que hacer.
-No quiero que te vayas lejos de mi, dijo llorando 
-Lo tengo que hacer Carlos, me duele pero es así, te crees que es fácil alejarme de vosotros, me cuesta mucho, pero si tu amigo es un cabrón, ¿qué quieres que le hagamos? 
-No te vayas, quédate conmigo, olvídalo, yo te quiero
-No puedo, tengo que tomarme aunque sea un tiempo fuera de aquí, no puedo verlo todos los días, sin evitar pegarle una ostia, o insultarle por todas las mentiras que me ha dicho.
-También es verdad, sabes que te voy a echar de menos muchísimo, ¿no?
-Y yo a ti rubio, al que más, porque te quiero muchísimo, ya te lo dije 
-Jo, eres tan mona, joder no quiero que te vayas
-Yo tampoco querría, pero...
-Ahora tengo unas ganas incondicionales de besarte, no me puedo aguantar
-Pues hazlo, yo también quiero 
Empezamos a besarnos, esos besos me encantaban, eran los mejores.
-Carlos, esto nunca lo olvidaré, esto que me haces sentir es único.
-Lo mismo digo Andrea, te amo más que nada en este mundo
Nos estuvimos besando, toda la noche hasta que nos quedamos dormidos, llegaron las 8 mañana, no habían llegado aun, me levanté, me duché y cambié, hice la maleta, desperté a Carlos para despedirme, cuando de pronto entraron por la puerta y me vieron a mi con la maleta abrazando a Carlos.
-Chicos, llegáis a punto para despedirme, solo deciros que os quiero a todos un montón y que vendré a veros.
-Te queremos Andrea, te esperamos prontito aquí eh, dijo Álvaro.
-María no llores, que volveré para veros, cariño.
Cuando vi que David, acababa de entrar le miré con asco, y giré rápidamente la cara, hacia otro lado.
-Andrea, necesito hablar contigo, no te voy a dejar que te vayas sin hacerlo
-No quiero hablar contigo nunca más, no puedo hablar con gente que me miente, me engaña, no puedo
-No quiero que te vayas sin saber esto al menos.
-¿El qué? 

Se sabrá en el próximo capítulo.

1 comentario:

  1. aaaah pero como me puedes dejar asi seras... seras... jajaja unica me encanta tu novela que lo sepas :P siguiente porfi y avisame cuando subas mi twitter es @Estela_Nilera

    ResponderEliminar