viernes, 3 de mayo de 2013

CAPÍTULO 36: QUE DOLOR

Nos pusimos el pijama, nos tumbamos en la cama, pero yo no conseguía dormirme, David sí cayó rendido y se durmió nada más tumbarse, yo me puse a pensar, en todo lo que había ocurrido esa noche, pero como quería dejar de hacerlo me levanté, y me dirigí a la cocina, me hice una taza de leche calentita, me puse una batita y salí al balcón a mirar las estrellas, y después de estar un rato mirándolas rompí el llanto, no podía dejar de llorar, la rabia me recorría todo el cuerpo el verlo a él con ella, sabían que se iban a reconciliar pero yo no quería que ocurriera de verdad, algo me interrumpió mientras pensaba.
-Eh chiquitina, ¿qué te pasa?, me preguntó Dani
-Nada, que no podía dormir y me he puesto a ver las estrellas.
-No lo digo por eso, estabas llorando enana, ¿qué te pasa? 
-Nada estaba recordando los momentos con mi madre, mentí 
-Ay, pues si quieres te dejo que sigas recordándolos
-Vale gracias enano, dije dándole un pequeño abrazo en señal de agradecimiento.
Se fue a la cama, y yo seguí allí un tiempo, cuando ya me iba a meter para irme a la cama ya que ya tenía sueño me encontré como no con Carlos y me tiró la taza al suelo, iba sin camiseta.
-Joder, que torpe
-No te preocupes ya la recojo dije, yendo a por la escoba
-Vale, pero no me preguntas que tal la noche? dijo mientras me perseguía.
-¿Para qué? Si ya lo sé, es tontería además me da igual
-¿A sí lo sabes? ¿Y qué tal me lo he pasado? 
-Bien, por lo que veo, vas medio desnudo y cuando llegamos se oyen ruidos en la habitación mal no creo que lo hayas pasado.
-Vaya, pues veo que no te equivocas nunca.
-Ves, ahora déjame que barra y me vaya a la cama.
-Pero, ¿sabes, dónde te has equivocado por primera vez? 
-A ver sorpréndeme, dije mientras me agachaba para barrerlo mejor.
-Que nadie lo hace mejor que tú
-Me estás tomando el pelo, ¿verdad? ¿Cómo te atreves a decirme después de follarte a mi amiga, que yo lo hago mejor? 
-Pues así, diciéndotelo 
-Que poca vergüenza tienes, la verdad pensaba que eras de otra manera no sé de que vas por la vida, mira déjame porque ya estoy bastante amargada esta noche para que tú lo arregles más.
-No espera Andrea, por favor, lo siento
-Tú todo lo arreglas con un lo siento Carlos, y eso no siempre es así, las cosas ya me cansan, dejemos este tema ¿vale? Seguiremos siendo amigos y esto se acaba hoy para siempre.
-No Andrea ven aquí por favor, déjame solo que te diga esto.
-Joder Carlos, no lo hagas más difícil, ¿vale? 
-Solo esto por favor, hazlo por el amor que me tienes aunque sea minoritario, al que sientes por David
-Va dime rápido.
-Andrea, si es eso lo que has decidido te respeto, pero no lo comparto porque yo no quiero que se acabe esto que nos esta pasando, dijo acercándose a mi, y a la vez yo alejándome 
-Pero yo sí, entiéndelo no quiero seguir así, porque si lo hago sé que voy a sufrir y no quiero 
-No tienes porque sufrir Andrea.
-Ya lo hago, y no quiero pasar más dolor del que ya he pasado por favor entiéndelo.
-No me hagas esto, cada acercándose más
-No puedo hacer más Carlos, dejemoslo ya 
-Por lo menos dame un abrazo, que finalice esto que ya... 
No pudo seguir echó a llorar y cada vez me abrazaba más fuerte.
-Mira Carlos, lo siento mucho no puedo verte llorar así, ven vamos fuera que si no se enterará todo el mundo. 
Salimos al balcón y continuamos la conversación 
-Carlos no llores por favor, me duele verte así, dije cogiéndole la cara y limpiándole las lágrimas 
-Lloro porque te necesito Andrea, no puedo vivir ni un segundo sin ti, sin tu mirada, sin que me acaricies el pelo mientras estamos en el sofá viendo una película, o la tele, no puedo vivir sin que me digas rubio, todas esas cosas que solo tú sabes hacer.
-¿Y por qué te has acostado con Luci? Si a la que quieres realmente es a mi.
-No lo sé 
-Ves por eso no confío en lo que me dices, por esas cosas, yo te quiero pero está David
-Esta David, está David, ves eso es lo que me hace desconfiar de ti y de tu amor hacia a mi, dijo aun con ojos llorosos.
-Es que está, y también está Luci.
-Pero yo a Lucía no la quiero a ti sí.
-Pero yo a David sí, ese es el problema
-¿Pero más que a mi? 
-Ay, Carlos no me preguntes eso, sabes que no te puedo contestar
-Si que puedes, va contesta
-...

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