-Chicos, como os habíamos echado de menos de verdad, dijo María
-Sí sobretodo al despistado este, JAJAJA, dijo Dani
-No cambiarás nunca Daniel, JAJAJA, dijo David
-¿Él? Nunca, pero tampoco queremos que cambie, por lo menos yo, dijo Nat
-Pero ¿qué tal os lo habéis pasado allí? dijo Maka
-¡Eso!, dijo Sandra
-Muy bien chicos, ha sido impresionante, ver todo eso, tenéis que ir, os lo recomiendo, dije yo
-Iremos alguna vez, dijo Carlos con cara triste, creo que era porque no lo había saludado
-¿Qué te pasa Carlitos?, estás ausente, dijo Blas
-Nada, estoy bien
-Uyy, malo...dijo Lucía
Salimos del aeropuerto y nos fuimos a una de las casas, para contarnos el viaje.
-Bueno pues contarnos detalles, dijo Álvaro
-Pues, hemos visto muchísimas cosas, Broadway, Harlem, Brooklyn...
En ese momento se levantó Carlos preocupado, con la cabeza agachada y se fue...se levantó Lucía, pero yo la paré.
-¿Puedo ir yo? Por favor
-Sí ves, a lo mejor lo alegras un poco, porque lleva unos días conmigo.
-Vale, ahora vengo chicos, David ves contándoselo todo con detallitos.
Le dí un dulce beso a David en los labios y salí por la puerta buscando a Carlos, y cuando salí a la calle, me dí cuenta de que no había cogido la chaqueta y hacía mucho frío, pero alguien vino por detrás y me echó su chaqueta por encima.
-¿Tienes frío, no?
-Pues sí, me he dejado la chaqueta en mi casa y bajado corriendo buscando a un amigo muy especial
-Vaya pues creo que soy yo
Me giré y allí estaba Carlos, se había quedado en manga corta.
-Anda toma la chaqueta que te vas a quedar Happy Feet.
-Que no quédate con ella, que tú eres muy débil ahora, la necesitas.
-Vaya que considerado, gracias, y ahora cuéntame ¿qué te pasa?
-Nada solo necesitaba tomar aire
-No me mientas, dije enchufándome un cigarro
-Tú no deberías fumar, te hace mal
-Que tonti, pero si no fumo casi, solo cuando me preocupo por algo o por alguien, y estoy preocupada por ti
-Pues no tienes porque estarlo no me pasa nada
-Enserio, cuéntamelo
-Vale, te lo contaré pero ya lo sabes todo.
-No entiendo Carlos, es lo que me dijiste cuando me llamaste en New York.
-Pues sí, encima hoy cuando vuelves ni me saludas ni nada, me deprimo
-No tú tienes que saber querer a Lucía, es una chica que merece la pena, yo no mira lo que hice por una tontería, además que yo estoy con David, y no te puedo corresponder.
-Ya pero Andrea contra el amor no se puede hacer nada si ya no estoy enamorado de Lucía y lo estoy de ti que quieres que hago me suicido, no puedo hacer nada contra eso.
-Joder Carlos, yo no te puedo muchas esperanzas, porque yo quiero a David y eso no va a cambiar nunca, yo he tardado mucho en enamorarme y tú lo sabes, y ya que me enamoro de alguien que sea para siempre.
-Ya si te entiendo y que suerte tiene David de tenerte.
-Y la suerte que tienes tú de tener a una persona como Lucía al lado, que personas como ella no quedan ya que lo sepas.
-Ya si tienes razón pero yo que sé, no puedo con esta farsa Andrea, la voy a dejar definitivamente.
-Enserio Carlos no sé que haces, que sepas que vas a perder a una persona que vale millones, y no te lo vas a perdonar nunca
Dicho eso me giré y me dispuse a andar, pero él me giro y me dio un pequeño beso en los labios, que acabó con un buen beso, pero paré a tiempo y le dí un guantazo.
-¿Cómo has sido capaz de darme un beso? Carlos no deberías haberlo echo
-Te quiero Andrea, y sé que ese beso te ha gustado tanto como a mí.
-No, no me ha gustado tú eres mi amigo, ¿estamos locos o qué?
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